El Psicólogo Deportivo es un profesional que utiliza sus conocimientos y habilidades para optimizar el rendimiento y el bienestar de los atletas a nivel individual y colectivo.
Él trabaja sobre los atletas en sinergia con el personal técnico: en un club de fútbol el psicólogo deportivo analiza las diversas dinámicas inherentes a la competición (antes del partido, partido, después del partido). La intervención psicológica sirve para mejorar el manejo de la ansiedad, de las diversas emociones y del estrés de rendimiento con el objetivo de mejorar la capacidad de atención, la percepción y la concentración de la persona, de un departamento o de todo el equipo. Trabaja a través de técnicas individuales y de grupo para aumentar la motivación, la autoestima y la autoeficacia. Además, aumenta la capacidad de comunicación interpersonal y de cohesión dentro del equipo. En la categoría juvenil realiza también unas intervenciones preventivas sobre el riesgo de deserción del deporte y trabaja en hacer que la experiencia de fútbol sea psicológicamente estimulante, educativa y divertida. Por lo tanto, hace entrevistas con los padres de los jóvenes futbolistas para facilitar la circularidad de la información entre el entrenador y la familia. Como parte de la intervención, el psicólogo se reúne regularmente con el personal técnico (entrenadores, nutricionistas, terapeutas de masaje y el director deportivo). En estas reuniones, se enfrenta al Delegado Técnico, que puede exponer las dificultades observadas en la relación con sus atletas, o con miembros de la dirección o con el personal y obtener elementos para tomar las mejores decisiones profesionales.
En concreto, las principales competencias del psicólogo deportivo son:
1) la fijación de objetivos psicosomática del atleta para manejar las emociones, las dinámicas de los gestos motores, focalización sobre los objetivos personales y de temporada;
2) mejorar la autoestima y la autoeficacia del atleta (se recomienda el texto La grande Autoestima. Cuzzolin editoriales. Autores Paolofabrizio De Luca y Amedeo Formisano)
3) evaluar la personalidad del atleta y monitorear el estado de ánimo del jugador
4) diagnosticar trastornos psicológicos como la ansiedad, los ataques de pánico, la depresión, los trastornos de la alimentación (por ejemplo. vigorexia, anorexia, bulimia, trastorno por atracón), trastornos del sueño, trastornos de atención e hiperactividad;
5) manejar las cuestiones relacionadas con el deporte como la ansiedad de rendimiento, el miedo a ganar (nikefobia), fallos de concentración, las presiones emocionales;
6) analizar las dinámicas emocionales y asociarlas con los gestos motores, haciendo tomar conciencia al atleta a través de grabaciones de vídeo y fotografías;
7) intervenir sobre el abuso de sustancias psicotrópicas y estupefacientes
8) trabajar en la recuperación de los atletas lesionados, desde el traumatismo a la rehabilitación completa, y ofrecer asesoramiento sobre el dolor;
9) ofrecer al atleta técnicas de relajación y aumentar la imaginación;
10) utilizar el Biofeedback;
11) aumentar el Self Talk o Auto conversación (diálogo interno positivo o negativo);
12) trabajar sobre el temperamento y la gestión de la agresividad
13) intervenir sobre el overtraining (o sea el entrenamiento excesivo);
14) prevenir el burnout (o sea el agotamiento);
15) promover la integración de las nuevas adquisiciones, sobre todo tenendo en cuenta, los saltos de categoría y los grandes cambios en la vida del atleta;
16) promover el espíritu del equipo y la cohesión del equipo;
17) examinar y desarrollar el liderazgo de los atletas y miembros del personal;
18) desarrollar las habilidades sociales del entrenador;
19) aumentar la cultura del juego limpio en los atletas y en todos los que siguen el equipo en la línea lateral;
20) parent training ( formación de los padres).
Los entrenadores italianos que más han contribuido a la inserción del psicólogo deportivo en los equipos de fútbol fueron Arrigo Sacchi y Franco Scoglio. Sacchi, durante la preparación de la Nacional italiana en los Campeonatos Mundiales en 1994, pidió al Psicólogo Deportivo de estudiar el perfil psicológico de cada atleta para entender cuáles fueron los jugadores a los que podía proporcionar más información a la vez sin que se confundieran y los a los que era más eficaz proporcionar un menor número de indicaciones. El Prof. Franco Scoglio creÍa que el fútbol estaba compuesto por: el 47 por ciento de técnica, el 30 por ciento de condición física, el 23 por ciento de psicología. En una entrevista personal Scoglio me dijo, "la importancia del factor psicológico está destinada a crecer de manera espectacular en los próximos 10 años". Era el 2004 y ya ha pasado una década abundante. De hecho, el Prof. Franco Scoglio, que siempre recuerdo como un gran maestro, fue profético, considerando como la imagen, en la actualidad, influencia psicológicamente el rendimiento de un jugador. A partir de la investigación científica y de mi trabajo como psicólogo en el ámbito deportivo y de organización, emerge cada vez más como un trabajo psicológico mejore el rendimiento individual y colectivo en la práctica de fútbol a nivel profesional.
Paolofabrizio De Luca
Procurador - Agente de Futebolistas FIFA
Psicólogo Deportivo, Entrenador Mental y Motivador
